El barrio chino: un refugio oriental en pleno Belgrano.
Subiendo al tren que sale de Retiro con destino Tigre, y bajando en la estación de Belgrano, encontras una calle diagonal que se llama "Arribeños", he aquí el comienzo de la aventura de ojos rasgados... Para los que disponen de un auto para movilizarse es recomendable empezar la aventura en la esquina de Arribeños y Olazabal.
Ojos chinos por todos lados, y un español a veces inentendible son parte del paseo. No hay que perderse una buena cena en alguno de los tantos restoranes del lugar... Arroz al wok salteado con cerdo o pollo con almendras son muy recomendables, aunque los granitos se pierden entre dos palillos. Un buen "sachima" de postre, acompañará la ocasión.
Para aquellas mujeres que entran en catarsis cuando ven "chucherias", este barrio es ideal: monederos por 3 pesos, carteras por cinco y lindas pulseras por diez.
Entrar en los supermercados es la experiencia que más te conecta con esta cultura, todos los productos que venden son importados. No encontrarás una lata de Coca Cola, sino infinidad de latas de té de todos los sabores. Si se animan con la comida al paso: las patas de gallo fritas se venden como los panchos que encontramos en cualquier esquina.
Como ya ven Buenos Aires es una muestra de irresistibles realidades.
Comentarios: *La iluminada*
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